blog

Alquiler de ropa: ¿ha llegado para quedarse?

386 veces leído

Seguro que en alguna ocasión has caído en la tentación (o conoces a alguien que lo haya hecho) de hacerte con una prenda que te has puesto una vez para luego devolverla al armario por los siglos de los siglos, porque claro, tus seguidores de Instagram ya lo han visto y no es cool repetir.

Con esto en mente (y el impacto mediambiental que eso conlleva), ya son varias las plataformas que han puesto en marcha en innovador modelo de negocio del alquiler de ropa. Primero en EE.UU. con la pionera Rent the Runway, posteriormente con otras plataformas dentro del continente europeo como HURR o Lend the Label. Este modelo ya comenzó a ganar popularidad antes de la pandemia gracias a sus principios sostenibles, y la posibilidad de estrenar ropa sin dejarte los cuartos ni acumular ropa en el armario, y comenzó centrándose principalmente en ropa para eventos, como es el caso de La Más Mona, o Borow, mientras que tras el confinamiento han ganado fuerza plataformas con ropa más casual, como Ecodicta o la recién lanzada Jointy.

 
 
 
 
 
Ver esta publicación en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de BOROW (@borow_es)

¿Cómo funciona?

Este tipo de plataformas tiene dos modelos de funcionamiento. El modelo peer-to-peer, como Jointy, en el que arrendadores y arrendatarios privados se ponen de acuerdo en un precio y una duración del alquiler de todo tipo de prendas y gestionan entre ellos todo el proceso de alquiler y devolución. Es como un Airbnb para ropa. Otras plataformas, como My Wardrobe HQ, recibe ropa de arrendadores privados y stock no vendido de grandes marcas, que se encarga de autenticar y catalogar, así como de su limpieza y logística. En el caso de Borow, que ofrece ropa y complementos de marcas de lujo para todo tipo de eventos, no trata con particulares sino directamente con las marcas.

Por otro lado, tenemos el modelo de suscripción, en el que los clientes pagan una cantidad fija cada mes por una determinada cantidad de prendas que devuelven al finalizar el mes para recibir otras nuevas, y ofrecen la posibilidad de que puedas quedarte alguna prenda que te haya gustado, a un precio reducido. Este es el caso de Ecodicta, Ouh Lo Là, y la americana Nuuly o la británica On Loan.

 
 
 
 
 
Ver esta publicación en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Ecodicta Fashion Sharing (@ecodicta)

¿Y el impacto medioambiental?

En los últimos meses han salido publicados diversos artículos criticando los posibles efectos medioambientales derivados de este innovador modelo de negocio, principalmente derivados de la limpieza y el transporte de las prendas, cuestionando el carácter circular que estas empresas vienen predicando. Sin embargo, no debemos olvidar que, tal y como está planteado el sistema capitalista en el que vivimos, no es posible ser sostenible al 100% y al ser un modelo de negocio de reciente creación existe margen de mejora y perfeccionamiento para llegar a un alquiler de ropa utilizando vehículos eléctricos para su transporte y métodos de limpieza que consuman el mínimo de recursos. De este modo, el alquiler de ropa estaría prácticamente al mismo nivel que la venta de ropa de segunda mano en plataformas como Vinted o Vestiaire Collective, propone una alternativa ecológica para ahorrar en packing y emisiones, y es la de "Direct Shipping", que consiste en que el vendedor envía el artículo directamente al comprador sin tener que pasar por las oficinas centrales de Vestiaire Collective para su autenticación. Cuando el artículo pasa por sus oficinas, VC realiza los envíos en packaging reciclado. Pequeños gestos que, realizados en conjunto y de manera continuada, pueden influir de manera positiva en el medio ambiente.

 

Este modelo de negocio de moda sostenible ya es avalado por cientos de miles de personas que han decidido dar una segunda vida a sus prendas. No obstante, actualmente ya provoca un impacto positivo en la industria de la moda y está desafiando los hábitos de consumo implantados por el sistema del fast fashion.

 

Sin duda, el alquiler de ropa es un modelo de negocio que ha puesto en jaque el concepto que teníamos hasta ahora de lo que era consumir moda y todo apunta a que, efectivamente, ha llegado para quedarse y enseñarnos a consumir moda de manera diferente. Si todavía no lo has probado, te animamos a hacerlo; verás que no hay nada mejor que seguir las últimas tendencias de manera consciente sin gastar apenas dinero ni contaminar el planeta de manera innecesaria ;)

Déjanos tu comentario